Mario Mintz, experto en estafas

Justicieros del periodismo, llegó la hora de que se acabe la impunidad de las personas que manejan los medios en este país. Ya todos conocemos los negociados de Noble, Mitre, Fontevecchia, Garfunkely compañía. Pero la lupa es también imprescindible ponerla sobre los medios pequeños, aquellos que nadie (o poca gente) conoce. Esos medios que muy probablemente sirvan de pantalla para la realización de otros negocios no tan loables como la tarea de escribir. Y la hora llegó para Mario Mintz, el propietario/ director de NCN, Noticias del Congreso Nacional. Como seguramente pocos lectores lo conocerán, NCN es una web insignificante dedicada al periodismo parlamentario que intenta competirle, sin éxito alguno, a la ya instalada revista y web El Parlamentario.  También sale en formato revista y a todos no deja de llamarnos la atención la excelente calidad de papel laminado con que se edita, la poca publicidad que tiene, y que es muy difícil encontrarla en los kioscos no porque esté agotada justamente sino porque directamente no llega a ellos. Entonces cae de madura la pregunta: ¿Cómo se financia NCN? ¿Es acaso la pantalla de otro negocio?

Lo cierto es que es conocido en el Congreso los aprietes del señor Mintz y su patota a muchos diputados y senadores exigiéndoles dinero a cambio de no dar a conocer noticias que podrían comprometerlos, o, simplemente, a cambio de ser mencionados en las páginas de su espuria revista.

Muchos en el Congreso recuerdan la relación de Mintz con Alberto Pierri, sospechado siempre por el delito de narcotráfico, allá a comienzos de los 90.

Más acá en el tiempo, Mintz y su pasquín anti K estuvo en boca de toda La Casa cuando se descubrió que su mano derecha, un tal Roberto Félix Álvarez, había sido colaborador de la dictadura y su nombre figuraba en la desclasificada lista del Batallón 601 de Tucumán. Para más información: . O simplemente, http://notas.desaparecidos.org/2010/03/garcia_y_alvarez.html y http://www.perfil.com/contenidos/2010/03/16/noticia_0020.htmlgoogléelo.

Al conocerse la noticia, el señor Álvarez fue prácticamente echado de la sala de prensa de periodistas y muchos legisladores se negaban a hablar con NCN. Por eso se supone que el torturador Álvarez dejó de representar a NCN en el Congreso. No se sabe si aún continúa trabajando para la revista desde la clandestinidad o no.

Mintz es conocido en el ambiente periodístico por no pagar a sus empleados. En los 80 durante el breve lapso de tiempo dirigió canal 2. Quienes lo recuerdan de entonces no olvidan sus prácticas mafiosas, sus malos tratos, el haber despedido personal por causas injustificadas (simplemente por pedir que se respete el estatuto del trabajador de televisión) y por haber quedado debiendo sueldos.

Luego de eso tuvo un periódico en la ciudad de Pergamino, de la que huyó dejando a todos los trabajadores  del diario en la calle y con muchos sueldos sin cobrar. ¿El estatuto del periodista? ¡Bien gracias!

Hace un año salió una nota en tribuna de periodistas http://www.periodicotribuna.com.ar/8169-periodismo-ideologico-o-periodismo-sirviente.html donde se da cuenta de la manera en que Mintz trata a sus empleados. Allí se habla de gritos del señor Mintz, de pretender que sus empleados trabajen horas de más sin pagarlas, de malos tratos.

El Sindicato Argentino de Televisión nos contó que cada vez que les toca hacer una inspección en las oficinas de Mintz son echados brutalmente por un grupo de patoteros que lo rodean, que no se les permite hablar con los trabajadores y que uno de los matones intentó arrojar por las escaleras a una sindicalista. También hace dos años el SAT intentó tener un delegado gremial en la “empresa”, el mismo fue echado en medio de amenazas contra su integridad física y toda su familia, proferidas por el mismísimo Mario Mintz y algunos de sus  secuaces.

Por estos días se escucha en el Congreso que mientras que los periodistas de los demás medios se turnan para cubrir las maratónicas sesiones y no estar más de 6 u 8 horas cada uno, los periodistas que trabajan para Mintz deben estar desde el comienzo de la sesión hasta la madrugada.

También se escucha que Mintz no está pagando los sueldos a los empleados que tiene en su empresa. Una vez más, lo mismo que hizo en Canal 2, lo que hizo en Pergamino y lo que volverá a hacer si alguien no frena la impunidad de este señor. Esta información circula entre los prenseros de los diputados y senadores y en toda la sala de prensa. Hace rato que los periodistas en la sala sabían que el mayor sueldo de un periodista de NCN no supera los 2000 pesos. Ahora, por versiones que corren, no paga ni ese sueldo que no alcanza ni a cubrir la canasta básica.

Un periodista que trabajó alguna vez para Mintzy que no da su nombre porque fue testigo de los aprietes de ese señor cuenta que “varias veces tuvimos que trabajar jornadas maratónicas en el Congreso, sin poder siquiera comer un sándwich porque no teníamos plata para comprarlo ya que nos debía un mes de sueldo”.

“También escuché ahí dentro historia de despidos de otros colegas, llenas de violencia. Cuando trataron de llamar a la UTPBA, los que se implicaron en ese llamado fueron despedidos. Lo vi gritar a compañeros porque se negaban a trabajar los fines de semana sin cobrar horas extras”.

Pudimos ver a través del CUIL de nuestro informante secreto que nunca jamás hizo un aporte jubilatorio. Es decir, el señor Mintz no solamente roba a sus trabajadores sino que también estafa al fisco evadiendo todos los impuestos de la AFIP.

Dicen las malas lenguas que Mintz tiene varias empresas fantasmas a su nombre:  BROUSA, GOUDA, Mario Mintz han podido ser probadas. También se dice que cuando los juicios arrecian contra una de esas empresas, la quiebra. Juicios laborales, muchos, que no paga… Pero también reclamos judiciales por no haber pagado a las imprentas donde se imprime NCN.

Ya llegó la hora de la justicia para Mintz, de que todos los periodistas sepan a qué empresa no ir a trabajar porque tarde o temprano Mintz se quedará con el dinero de sus trabajadores, no respetará el estatuto del periodista y explotará a sus empleados con sueldos irrisorios. Por eso es que hemos decidido llamar a este blog “NCN (No cobra nadie)”